Hay una fila de mujeres detrás de mí y miro la nuca de la mujer que me sucede. No estamos haciendo la cola del pan. No vamos a coger el tren hacia alguna parte. No estamos calladas, aunque no hablemos. No olvidamos, aunque miraos al frente. No somos un desfile ni una procesión. No asentimos, no negamos, no lloramos. No ahora, cuando tenemos una edad para ser nuestras madres por fin. Ahora estamos celebrando que hay una mujer delante y otra detrás.
Autor: Ana Pérez Cañamares
Ilustración: Gao Xingjian, “On the Shore – Sur la Rive” (2016)
Anochecía despacio en la casa de mis tíos del barrio viejo frente al mar.
Timba después de la cena! anunciábamos a voces en casa los más pequeños.
Antes de la segunda ronda —del chinchón, del remigio, del cinquillo o de la escoba— el pasquín de papá y Pablo.
La tía Isabel irrumpe: Tengamos la fiesta en paz. Y un silencio que se extiende por toda la cocina. Hasta muda se quedaban las alubias de Tolosa. Las voces de los vecinos llenaban ese mutismo.
Un minuto más tarde Isabel vuelve a sentenciar: Aquí paz y después gloria. Pero yo sé que aquella paz —la paz de los muertos, la paz de los humildes, la paz de los obreros— no era paz, solo silencio. No nos trajo la gloria —dios para los que nos vencieron— y que la fiesta fue esa partida de cartas —del chinchón, del remigio, del cinquillo o de la escoba— cada noche de verano, tras la cena, en la cocina, todos menos los ausentes en un cónclave familiar que desentierro de las ruinas de aquel piso del Norte, la colada de la tarde sobre nuestros cuerpos esperando el sol de la mañana.
Autor: Javier Solé
Fotografía: En el piso de la calle Pescadería, timba de Pablo, Montse, Teresa, Isabel y Javier (1975)