“Busqué el fuego en las palabras
pero ardí en tu silencio”
(Ana Pérez Cañamares)
Ilustración de Saul Leiter
“Busqué el fuego en las palabras
pero ardí en tu silencio”
(Ana Pérez Cañamares)
Ilustración de Saul Leiter
Puedo creer que lo tengo todo pero
ya nunca pasaré la mañana del domingo
en la cama entibiada de mis padres.
Aquella cama era un nido plantado
en el pico más alto de la iglesia.
Todo, desde él, se veía pequeño.
Todo menos papá y mamá
ocupando entero el horizonte.
Autor: Ana Pérez Cañamares
Ilustración: Benjamin Williams Leader, “in the Bernese oberland” (1879)
Dios:
si me devuelves el tiempo
que he gastado en el metro
en las colas del banco
en los atascos de hora punta
en tantas clases tediosas
en llamadas comerciales
en trámites y papeleos
y sobre todo más que nada
las mañanas de junio en la oficina
con eso, Señor, me conformaría.
La eternidad te la regalo entera.
Autor: Ana Pérez Cañamares
Ilustración de Vincent Giarrano
Hay una fila de mujeres detrás de mí
y miro la nuca de la mujer que me sucede.
No estamos haciendo la cola del pan.
No vamos a coger el tren hacia alguna parte.
No estamos calladas, aunque no hablemos.
No olvidamos, aunque miraos al frente.
No somos un desfile ni una procesión.
No asentimos, no negamos, no lloramos.
No ahora, cuando tenemos una edad
para ser nuestras madres por fin.
Ahora estamos celebrando que hay
una mujer delante y otra detrás.
Autor: Ana Pérez Cañamares
Ilustración: Gao Xingjian, “On the Shore – Sur la Rive” (2016)
“Sólo lo sencillo nos presta amparo”
(Ana Pérez Cañamares)
“El viaje de la vida siempre es de vuelta”
(Ana Pérez Cañamares)
Ilustración: Nicholas Roerich, “Peregrino de la ciudad radiante” (1933)
“El cuerpo es el último desván que nos queda para escondernos”
(Ana Pérez Cañamares)
Ilustración de Ernest Procter
“Todo lo que tiene precio está sobrevalorado”
(Ana Pérez Cañamares)
“Cuando la ciudad más grande se nos queda pequeña, es hora de volverse hacia el universo de un bosque”
(Ana Pérez Cañamares)
Ilustración: Rene Magritte, “el bosque” (1926)
«Todas las ruinas son sagradas porque alguien un día las llamó hogar»
(Ana Pérez Cañamares)
Ilustración: Friedrich, “Las ruinas de Eldena” (1825)
«Más útil que subir y bajar escaleras es aprender a vivir en el equilibrio de un peldaño»
(Ana Pérez Cañamares)