el aprendiz de brujo (1068): los domingos

Siempre hay una hora callada en los domingos
en ella te pierdes y te invade la sensación
de que en la soledad eres extranjero
y piensas de repente en esa mentira
de que el tiempo lo cura todo
no es verdad
lo agranda
Y en esa hora callada sientes
que a tú biografía le han quitado los muebles
que aunque seamos
los conservadores de nuestro museo
si no somos capaces de aprender a poner
la brocha en la grieta no seremos capaces
de reconciliarnos con nuestro pasado

Pienso en esa hora callada
que lo prudente es
dominar el idioma de la soledad
sabiendo que a la palabra la podemos llenar
de ruina y de rabia
podemos pensar en una palabra
y decir otra
hablar sin decir
decir sin hablar
todo dentro de nuestro territorio
donde hay ofensores y ofendidos
intercambiando los papeles
según avance la película
remendando los huecos de la vida
para que no se derrame
en esa hora callada
siempre en domingo.

Autor: Montse Ordóñez

Ilustraciones de Milt Kobayashi

la infancia (148): Poema de David Marine

LA BUENA TIERRA

hay una esencia de mujer en los besos que me das
que zurcen botones rojos por mis mejillas.
mi imposible pequeña:
qué ornamento precioso para mi rostro
y qué horrible vacío cuando marches
tras la espuma de gemidos y afroditas,
cuando el amor se te desborde
por una garganta vencida de suspiros.
canta el gallo tu futuro
en el desértico jardín de mi cabeza;
yo sólo escucho a las hienas.
estoy desenterrando abrazos
para sembrarlos en tu buena tierra.

Autor: David Mariné

Ilustración: Joan Llimona i Bruguera, “pensativa” (1890)

el aprendiz de brujo (1067): gestación

En el esqueje conservo
el esbozo de tu ausencia.

Lluvia de marzo
Sol de mayo
Luna en agosto
Umbría de octubre
La nieve de enero.

Serás un álamo blanco.
Silueta simiente
útero de la memoria
pálpito de tierra herida.

Vasallo de una estirpe
germinando el páramo.

Autor: Javier Solé

Fotografía de Anna Niemiec

Dos poemas de Miguel Martínez López

El mal

Cierro el libro
de filosofía medieval
Pobres pelagianos
Pobres maniqueos
Pobres donatistas
Pobre San Agustín
Preocupados,
metafísicamente preocupados,
como estaban
por la cuestión de la existencia o no del mal
en términos absolutos
Por la existencia del reino de las sombras
y de su presidente Lucifer
Si en lugar del aburrido
siglo cuarto
hubieran conocido esto,
lo hubieran visto meridiano
El mal absoluto
ontológicamente hablando
es el banco Santander
los infiernos del Dante…
sucursales.

Autor: Miguel Martínez López

Ilustración: Gustavo Doré, “La Divina Comedia”

Salmo 23

A todas mis neuronas desleales
a la pena de siempre y sus aburridos ministros
a mi vieja culpa con su sonrisa de jóker
a la hiena que me patrulla el intestino.
A vosotras, íntimas alimañas
que me seguís desde hace años
en la cama, en la oficina, en el mercado.
A vosotras que me esperáis puntuales
al otro lado del sol y la alegría
y me lanzáis el buitre de la angustia
cada cuatro días. Quiero deciros algo:

El diazepam es mi pastor, nada me falta

No podréis atraparme nunca más
ni siquiera las mañanas de resaca
o los domingos aciagos de febrero
ni en los hospitales de lágrimas
ni en los tanatorios de Júpiter.

El diazepam es mi pastor, nada me falta.

Dragones de mi infancia en zapatillas
aunque voléis verdes y ligeros
y os poséis como sórdidas abejas
en los ojos de la gente que más quiero.
No podréis atraparme
porque yo soy más rápido
y tengo guardada en el bolsillo
toda la tierra prometida.

El diazepam es mi pastor, nada me falta.
Él separa las aguas de mi pecho
y multiplica los planes y los meses.
Él me lleva a fuentes tranquilas
donde la hierba de mi alma reverdece
y lentamente se levanta
una oveja blanca en mi cerebro.

Bienaventurados los pobres
porque ellos verán a Dios.
Felices los infelices
porque el reino de los cielos
pesa 150 miligramos
y cuesta 2 euros con 75.

Autor: Miguel Martínez López

Ilustraciones: Denis Sarazhin, serie Pantomima

la vida y la muerte (281): el duelo. Tres poemas de M.J. Aldunate

De su poemario “Decir la herida” (2023):

pero hoy lo abrí

quité serenamente
el tapón del hinchable
que inflaste en el verano
de un sol ya oscurecido

y abrazándome a él

apreté
apreté
apreté

mientras se iba

muriendo

una vez más tu tibio aliento

Autor: María José Aldunate

si tu ausencia cayera
por la casa
como un telón raído

despertara mañana
y me clavase el diario
tu nombre en una esquela

si cavara esta tierra
mordisqueara tus huesos
y abrazándome al frío me hundiera en esta fosa

te seguiría escuchando en la cocina
preparando el café

mientras despierto

Autor: María José Aldunate

Ilustración: Sasha Hartslief, “the light in the morning” (2018)

dentro de mí
voy deslizándome
como una gota

lenta

ya sin temblor
ni luz
una gota

desposeída y muda
en esta vida mía
qiue ya no es más

que un pozo

Autor: María José Aldunate

Ilustración: Shaun Ferguson, “Dominoes”

amores cotidianos (401): geometría

Tractat de geometria

Ja floreix com un clavell
la primera llum del dia.
Jo voldria, li diu ell,
escriure’t sobre la pell
un tractat de geometria.

(Escriure’t sobre la pell
un tractat de geometria.)

Si t’estires de costat
i el teu cos al meu s’aploma,
llegiré en paper pigat
les paraules del tractat
i recitaré l’axioma:

“Dues boques fan un bes.
Quatre ulls, una mirada.
Bes, mirada i un cor encès,
canten, per regla de tres,
una cançó enamorada.”

I ella, amb posat amatent,
li diu: jo també ho voldria.
I s’escriuen mútuament
i disposen cos i ment
en perfecta simetria.
Si t’estires de costat
i el teu cos al meu s’aploma,
llegiré en paper pigat
les paraules del tractat
i recitaré l’axioma:

“Dues boques fan un bes.
Quatre ulls, una mirada.
Bes, mirada i un cor encès,
canten, per regla de tres,
una cançó enamorada.”

Autor: Clara Fiol Dols