EL TIEMPO LO CURA TODO
dicen. Pero no,
la verdad es que el Tiempo
no cura nada.
Acaso evites
ciertas calles solitarias,
algunos rostros,
algunos vómitos febriles;
acaso huyas del Amor
y encuentres otros
y te digas:
no será lo mismo,
no lo será,
pero siempre es lo mismo.
El dolor es una tenia
que hiberna
a la espera
de un Tiempo propicio
para devorarte
las entrañas.
El Tiempo no cura
nada,
a lo sumo te enseña
a olvidar que sufriste.
Sangrarás de nuevo
cuando tropieces
con las mismas
piedras.

Ahora que ya casi
había conseguido
que los espejos
me devolvieran
la cara de un muerto,
del que sin duda seré,
viene la vida
con sus nimiedades
a desengañarme
y a traerme las dudas
de si no valdrá
de verdad la pena
vivir.
La vida, indomable.
Ilustración de Carl BouMansour
Cuando no estás,
trato a la soledad
como a una novia:
la gozo en nuestra cama,
paseo entre la gente
de su mano.
Ahora, gracias a ti,
por fin sé
qué hacer con ella.
Ilustración: Nel Rodger, “view from the bathroom” (2011)

Cuando estoy solo,
pongo el televisor
a toda voz,
aunque no lo vea.
Tengo miedo
a que el silencio
me lleve a hacer
una locura.
Ilustración: Lucien Freud, “Leigh en un sofá verde” (1993)
El propio poeta dice de sí mismo: “Tal vez escribo justamente porque no vivo. Si viviese no escribiría. O eso creo en este momento. Escribo poemas en Facebook. Viajo poco. Bebo y fumo más de la cuenta.He sido camarero, kiosquero, vendedor de libros, peón agrícola, tendero y, ahora, jardinero.No sé muy bien por qué hago las cosas que hago”
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