MORIR DE AMOR
Morir de amor
al pie de tu boca
Desfallecer
la piel
de sonrisas
Sofocar
de placer
con tu cuerpo
Cambiar todo por ti
si fuera preciso
Autor: Mª Teresa Horta
Ilustración: Alex Prunés, “el beso”
QUE LE DEN AL POEMA
No he escrito en años
porque prefiero contemplarte a ti antes que a las páginas.
Pero lo que sería perfecto es
hacer un poema que llegase a ser la mitad de valiente
que tú cuando estás desnuda.
Lo intento un minuto:
Tu amor es mi metal; tus besos, mis remates.
Eres como el océano bajo la capa de vertido.
Que le den al poema.
Hay una cama aquí
y tú me quieres dentro.
Autor: Kate Tempest -Kate Esther Calvert-
Ilustración de Pauline Boiteux
EL PROFESOR
“Porque el deseo es una pregunta cuya
respuesta nadie sabe” (Luis Cernuda)
Guardo mis labios en el bolso
y, antes de entrar, me visto
con estos otros ojos
que miran desde lejos.
La piel vuelta cemento,
piedra, espinas.
Todo es distancia ya,
incluso el roce.
Asesiné la tibieza
de camino hacia ti,
en el tercer peldaño.
Yace el cadáver del deseo
bajo un denso perfume
de fórmulas corteses.
Tranquilo,
el báculo del rey no caerá al suelo.
A salvo queda
tu minúsculo país de correcciones.
El profesor y la alumna,
las tablas de Moisés lo dejan claro,
nunca verán a un hombre, a una mujer,
cuando se miren.
Pero déjame, al menos,
reservarme el derecho
a saber que podría
arrancarme uno a uno los botones
y, vestida de carne,
lamerte esta verdad que merodea.
Autor: Olalla Castro
Ilustración de Kent Nelson
Desliza tus dedos en mi espalda
dibujando un pentagrama
y sácame los acordes
para empezar a bailarte.
Autor: María Guivernau
Ilustración de Silvina Berenguer

Si pudiera
secaría a besos
cada una de tus lágrimas.
Borraría con caricias
cada una de tus cicatrices.
Arrancaría de cuajo
cada puñalada recibida.
Te acunaría entre mis brazos,
aunque ni tú ni yo
tengamos edad para acunarnos.
Te susurraría al oído palabras dulces
que borraran los insultos,
que espantaran tus miedos.
Cubriría con flores tu cuerpo cansado
y velaría tu sueño
hasta desterrar tus pesadillas.
Pero la maldita distancia se interpone
y sólo puedo ofrecerte
estos pobres versos.
Autor: Silvia Cuevas-Morales
EL AMOR NUNCA ES IMPOSIBLE
Entonces, como un soplo,
una hoja del árbol de los sueños
cayó a la piedra desnuda
y un temblor removió la tierra
hasta sepultarla para siempre.
El paso del tiempo,
como un sedimento oscuro y silencioso,
convirtió en milagro lo natural
y el leve peso de la hoja ausente
marcó el pedernal con su dentado borde
y aún perdura su forma original…
Hoy tu mano, una vez más,
ha quedado impresa en mi piel
y ha dejado su huella, un espacio vacío.
Cada vez que tu ternura me toca,
uno de mis órganos vitales
abandona para siempre su lugar
y yo me voy haciendo invisible.
Me pregunto cuántos espacios vacíos me contienen
y cuántos me quedan por vivir.
Autor: Begoña Abad
Ilustración de ken wong
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