yo y los demás (119): al final de la contienda

Hemos perdido la guerra sin razón.

ahora llega, turbio y fosco,
el tiempo gris de las derrotas,
el ágape cruel de las venganzas,
el cobro infame de las deudas,
el saqueo y la rapiña sin fin

ahora las noches
-interminables, frías-
se contarán por años

Autor: Elías Moro

Fotografía: Retirada de tropas republicanas en España

Retratos de España (176): el último barco

REPUBLICANO EN LISBOA

En la mesa del café donde te escribo el vintage asecha la última madrugada. Desgrano la geometría del ayer con la urgencia de quien vislumbra utópica la aurora. El Stanbrook vadea escorado el estuario del Tajo. Elvira desciende del tranvía y en sus pómulos damasco cordobés. Eran sus trenzas espigas de trigo. En nuestro huerto portugués crecen las flores del almendro del valle de Guadalest. Y los vítores de los liberados por la Nueve en los Campos Elíseos los reproduce ahora el silencio.

Morir exiliado en una aldea encalada donde conviven la patria que pudo ser con el hombre que perdió gloria y destino y que no reconoce ni reconoció ni hacienda ni rey.

Por el vano de Alfama serpentea el salitre que la brisa aventa. Es el ácido de la nostalgia y en este arrabal de la fatiga la mirada turbada confunde el buque en la ensenada con una golondrina de mar, mientras se superponen al fundido dilatado sobre el campo de Albatera los acordes melancólicos de la viola de un músico que nunca conocí.

Autor: Javier Solé, junio 2019

Del libro de poemas “En el umbral del eclipse” (ISBN 978-84-1398-333-2)

Retratos de España (170): juguetes sepultados

USHEBTI

En los hipogeos del Valle de los Reyes
la cámara funeraria de Tutankamon
revestida con oro
dátiles, vasijas,
vestidos de lino,
amuletos de marfil y plata.

En la fosa de Palencia
-septiembre del 36-
Catalina ejecutada,
desposada sin ajuar, desnuda,
famélica y humilde

sola

un sonajero en el mandil.

En las manos de la madre
el juguete del expósito.

Autor: Javier Solé

En una exhumación realizada en el cementerio de la Carcavilla (Palencia) por Almudena García Rubio, se halló un sonajero de plástico y de colores al lado del cadáver de una mujer. “Estaba tan nuevo que no parecía de la Guerra Civil”, dice González-Ruibal. Resultó ser el cuerpo de Catalina Muñoz, fusilada en septiembre de 1936 por ser esposa de un dirigente republicano y participar en la muerte de un falangista. Tenía varios hijos en el momento de su ejecución, uno de ellos de ocho meses. Y al paredón se llevó, en el bolsillo del mandil, su sonajero.

Retratos de España (169): la retaguardia

LA RETAGUARDIA

“El castigo del franquismo sobre las mujeres fue doble. Por “rojas” y por “liberadas”. De una punta a otra de la España sublevada, se repitieron los mismos métodos de tortura física y psicológica. Se pueden resumir en tres: las purgas con aceite de ricino para que su fuerte poder laxante depurara su “tóxico interior”, raparlas al cero para censurar su supuesto libertinaje, y la prohibición absoluta de mostrar cualquier tipo de luto a las viudas, hermanas y madres de fusilados” (Diego Barcala)

Huestes de tártaros en el cortijo
hurtan la vida de los jornaleros.
Comparsa con aceite de ricino,
despoja a las mujeres del pelo.

Autor: Javier Solé

Más información en:

https://arcangelbedmar.com/2017/02/13/la-fotografia-de-las-mujeres-peladas-en-montilla-durante-la-guerra-civil/

Cenizas en la Barcelona ocupada

El 26 de enero de 1939 las tropas franquistas entran en Barcelona, aclamadas por una multitud hambrienta y vencida, mientras una muchedumbre abandona el país por los pasos fronterizos de Francia. La ciudad no fue liberada sino ocupada. De la trágica posguerra se libró Julia Gay, la madre de un niño de apenas diez años, que murió asesinada durante los bombardeos ordenados por Mussolini en marzo de 1938.

Este hermoso poema nos recuerda el dolor infinito del niño huérfano y confirma que la Historia puede mentir pero que la verdad permanece agazapada en las historias.

Queda el polvo


De aquel trueno, de aquella
terrible llamarada
que creció ante mis ojos,
para siempre ha quedado,
confundido con el aire,
un polvo de odio, una
tristísima ceniza
que caía y caía
sobre la tierra, y sigue
cayendo en mi memoria,
en mi pecho, en las hojas
del papel en que escribo.

Autor: José Agustín Goytisolo

Ilustraciones: Picasso, “Madre e hijo”, serie cubista de 1921.

Efemérides (V) 26/11/2004: Huérfanos inagotables

 

 

“Cuando muera
no te eches a llorar,
seré yo, la que llene con mi llanto
tus manos vacías”

 

(Gloria Fuertes)

 

 Donde tú no estuvieras

“aquel montón de ruinas
que dejaste al partir
hacia ese mar oscuro
en donde permaneces
tan espantosamente
callada todavía.

(Fragmento del poema “El recuerdo”, de J.A. Goytisolo)

Donde tú no estuvieras, como en este recinto,
cercada por la vida,
en cualquier paradero, conocido o distante,
leería tu nombre.

Aquí, cuando empezaste a vivir para el mármol,
cuando se abrió a la sombra tu cuerpo desgarrado,
pusieron una fecha: diecisiete de Marzo. Y suspiraron
tranquilos, y rezaron por ti. Te concluyeron.

Alrededor de ti, de lo que fuiste,
en pozos similares y en funestos estantes,
otros, sal o ceniza, te hacen imperceptible.

Lo miro todo, lo palpo todo:
hierros, urnas, altares,
una antigua vasija, retratos carcomidos por la lluvia,
citas sagradas, nombres,
anillos de latón, sucias coronas, horribles
poesías…
Quiero ser familiar con todo esto.

Pero tu nombre sigue aquí,
Tu ausencia y tu recuerdo
Siguen aquí.
—————-¡Aquí!
Donde tú no estarías
si una hermosa mañana, con música de flores,
los dioses no te hubieran olvidado.

Autor: José Agustín Goytisolo

La madre del escritor J. A. Goytisolo falleció en Barcelona víctima de un bombardeo de las tropas militares sediciosas. Toda su vida persiguió al poeta esa pérdida. Mi madre murió un mediodía de noviembre –hoy hace ocho lejanos años- en el mismo barrio de Gracia donde había nacido; en su infancia correteaba por las estrechas calles sorteando cadáveres de la guerra y sospechosos paquetes que contenían trampas mortales. Quien me iba a decir que la misma pena del poeta cuando niño iba a sentirla yo bordeando los cincuenta. El dolor es eterno.

Corazón coraza (II): El paseo (Arturo Ruiz Serrano, 2007)

Un homenaje a todas las víctimas de la última Guerra Civil española. Cortometraje dirigido por el realizador madrileño Arturo Ruiz Serrano. Un poeta bohemio interpretado por José Sacristán, un campesino analfabeto e inofensivo encarnado por Paco Tous y un joven soldado herido al que da vida Carlos Santos, comparten sus últimos minutos de existencia antes de ser “paseados”.

Paseo es un cortometraje sencillo. Junto a Sacristán, la presencia de un robusto Paco Taus y un tontorrón tierno Carlos Santos completan la historia de tres hombres que esperan para “ajusticiados”.  La sierra de fondo, el frío que se siente, la voz profunda voz del protagonista en palabras de Benedetti… el amor enfrentándose a la muerte.