la vida y la muerte (157): Tres poemas de José Mateos

A veces, algunos días,
Dios viene en forma de rostros
y anda por este hospital.

Es frágil, y en cada enfermo
encuentra un templo viviente
donde habitar.

Ilustración: Frederick Cayley Robinson, “The Book of Genesis” (1914)

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Sentado al pie de tu cama
me puse a reflexionar
en la frontera indecible
que es siempre la enfermedad.

Era de noche. Tu mano
se iba hundiendo en alta mar.
Yo estaba allí como en sueños.
No la podía alcanzar.

Ilustración: Gaston La Touche, “The first born” (1883)

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TODO termina así:
unos destellos
de memoria que caen hacia lo hondo
y el cuerpo como un traje envejecido
que casi da vergüenza.

No insistas, corazón,
inútilmente:
nunca
maldeciré la vida.

Ilustración: Carl Heinrich Bloch, “Old People” (1874)