la infancia (148): Poema de David Marine

LA BUENA TIERRA

hay una esencia de mujer en los besos que me das
que zurcen botones rojos por mis mejillas.
mi imposible pequeña:
qué ornamento precioso para mi rostro
y qué horrible vacío cuando marches
tras la espuma de gemidos y afroditas,
cuando el amor se te desborde
por una garganta vencida de suspiros.
canta el gallo tu futuro
en el desértico jardín de mi cabeza;
yo sólo escucho a las hienas.
estoy desenterrando abrazos
para sembrarlos en tu buena tierra.

Autor: David Mariné

Ilustración: Joan Llimona i Bruguera, “pensativa” (1890)