LA HORA DEL CINTURÓN
Si la manecilla pequeña está en las seis
y la grande en las doce, ¿qué hora es?
Te lo voy a repetir de nuevo,
y esta vez procura prestarme atención.
Si la manecilla pequeña está en las seis
y la grande en las doce, ¿qué hora es?
Tenía seis años, y mi padre
se había emperrado en que tenía que aprender
la hora.
No pienso repetirlo más veces,
así que escucha bien
y no me obligues a tener que sacar el cinturón.
Si la manecilla pequeña está en las seis
y la grande en las doce, ¿qué hora es?
¡No lo sé, papá!
¡De verdad que no lo sé!
¡No me pegues!
Entonces se quitaba el cinto de piel
de los pantalones de tergal que llevaba puestos
y lo agarraba por la parte de la hebilla.
Nunca se le caían
Los pantalones.
Autor: David González