De su poemario “Todos los febreros cada dieciocho” (La Garúa, 2021):
18.
Muero todos los febreros
cada dieciocho
al despertar
de cada muerte
he aprendido a hacer un silencio en la piel
a dejar escapar un pedazo de mí
sin preguntar
y he llorado
sí
de cada muerte
he llorado el tiempo
que tarda una flor en marchitar
una flor
o todo un jardín
21.
Dejó de nevar
amontonado el silencio
fue entonces
cuando mi frío supo
que sucumbiría al invierno
ya nada
volvería a reunirnos frente a la ventana.
58.
Hoy pasé por tu calle
entré al portal del número ocho
de pronto
toda mi niñez
desajustándome
estuve a punto de subir
llamar al timbre
decir -abre-
me hubiera gustado conocer
a quien habita lo nuestro
llegar hasta la cocina y decirle que allí
allí me comí las mejores patatas a lo pobre
pero no
no lo hice
ya no era tu casa
ni mi hambre.
59.
Junto al árbol derribado
inventé un pájaro
dos
una bandada
es mi modo de gritar tu nombre
Ilustraciones de: Malcolm Liepke, Nell Dorr, Van Gogh y María Tudela.