el aprendiz de brujo (858): doméstico y cotidiano

La ciudad,
inocente, turbada,
extiende su regazo
de tibia madre
para que descansemos la cabeza
y, dormidos, sintamos
más agudo el roce
de lo doméstico,
para que merezca la pena
morir de puro cotidianos.

Autor: Ana Martínez Castillo

Ilustración de Sasha Hartslief