A mitad de camino entre Colunga y Arriondas, en pleno corazón de la Sierra del Sueve y en medio de un hermoso paisaje, se encuentra este mirador.
Inaugurado en 1927, el mirador propiamente es feo con ganas, Se trata de una estructura de hormigón y cemento sin ningún valor, ni estético ni arquitectónico. La plataforma superior se asemeja unos días a una taza (cazu para los lugareños) y otras a un ovni de pequeño tamaño con escalera para la invasión de los extraterrestres…
La verdadera belleza esta en su situación permite, en días despegados, ver unas magnificas vistas de la costa oriental asturiana y de los Picos De Europa.
En las tres ocasiones que he estado había siempre niebla. Yo no he podido ver desde allí la costa.
En aquella tarde no sabía si era mi hija o una alienígena que hubiera descendido entre la bruma de la nave espacial.