“No me esperes esta tarde, porque la noche será negra y blanca” (Nota manuscrita del suicida a su tía dos días antes)
El desdichado
Yo soy el Tenebroso, -el viudo-, el Sin Consuelo,
Principe de Aquitania de la Torre abolida:
Mi única estrella ha muerto, y mi laúd constelado
lleva en sí el negro sol de la Melancolía.
En la Tumba nocturna, Tú que me has consolado,
devuélveme el Pausílipo y el mar de Italia, aquella
flor que tanto gustaba a mi alma desolada,
y la parra do el Pámpano a la Rosa se alía.
¿Soy Amor o soy Febo?.. Soy Lusignan o ¿Biron?
Mi frente aún enrojece del beso de la Reina;
he soñado en la Gruta do nada la Sirena…
He, doble vencedor, traspuesto el Aqueronte:
Modulando unas veces en la lira de Orfeo
suspiros de la Santa y, otras, gritos del Hada.
Ilustración: G. Doré, «la Rue de la Vieille Lanterne (The Suicide of Gérard de Nerval)» (1855)
Gérard de Nerval (1808-1855) es un poeta francés, el más genuino representante del romanticismo además de precursor de la modernidad. Huérfano de madre a los dos años, se trata de un espíritu atormentado. Durante los últimos años de su vida sufrió graves trastornos nerviosos. Su locura fue alimentada por numerosos brotes de esquizofrenia, constantes alucinaciones alimentadas por el ocultismo y el esoterismo. En una noche fría de invierno, en la calle más oscura de Paris, se ahorcó de una farola. Un borracho encontró su cuerpo al amanecer.