Retratos de España (213): diario del confinamiento

LA CARRETA FANTASMA

“Todo irá bien”
¡Y una mierda! ¿Resucitáis muertos?

En la carreta fantasma
los famélicos cadáveres
recitan versos dantescos.

“Cuatro veces diez cuarenta”

Ebrio y anosmático
el cochero en el pescante
sin casa a la que volver.

Autor: Javier Solé

Fotogramas del film La carreta fantasma (Victor Sjöström, 1921)

la infancia (76): autorretrato

PERTURBACIÓN

Una niña
contempla
extasiada e intranquila
el retrato
que dibujaron
el día que murió.

No es la exactitud
con que fue pintada
ni la luz blanquecina
que su rostro ilumina
lo que la perturba,
ni siquiera
el fondo negro que domina
la composición.
Es la expresión de certeza
que preside su mirada,
dócil frente al infortunio.

La sumisión ante la Muerte
no le evitó la agonía
revive la niña
que mira el retrato.

Autor: Javier Solé

Fotografía de Gottfried Helnwein

Poemas de José Cereijo (II). La muerte

AUSENCIA

Tu ausencia me obliga a la lucidez, al ejercicio
implacable del autoconocimiento
o del autoengaño. Pero esa voz es como la del
viento, entre las paredes de una casa deshabitada:
Terriblemente fría.
Quisiera no saber nada de mí.
Y tenerte en mis brazos.

Ilustración de Vilhelm Hammershoi

 

MORTALIDAD

Medio despierto aún,
Una voz, algo de ti, que susurra de pronto:
“has de morir, un día
Te borrará la muerte”. Y esa idea terrible
Te penetra hasta el fondo,
Como no lograría hacerlo en la vigilia.
Y te quedas allí, sobrecogido,
Privado por completo
De toda reacción, de cualquier luz,
Casi de inteligencia; hasta que el mismo exceso del
Espanto
Te obliga a despertar. Y te recobras,
Y dejas de saber, en ese instante,
Siquiera qué sentías. Eres otro,
Que es capaz de decir, y de creerlo,
“morir, todos morirnos;
Ser hombre es ser moral. No te des importancia”.
Y te levantas, vuelves
A ser el de costumbre,
Olvidado ya el miedo.
Aunque dentro de ti siga creciendo,
Silencioso, el abismo.

Ilustración de Kai Samuels-Davis

MALDICIÓN

Que alguna enfermedad impecable y secrete te devore
por dentro, lentamente.
Que no haya en ningún sitio agua para tu sed, sueño
para tus ojos extraviados, tiempo para tu corazón.
que la vida, continuamente hostil, te ofrezca sólo
espinas, peligros, negaciones.
que todo lo que lleves a los labios se llene de un sabor
amargo y póstumo.
Que seas, en fin, todo lo que yo soy, todo lo que seré
mientras que no consiga
Librarme de tu ausencia.

Ilustración de Martin LLamedo

Más información en:

El poeta del silencio: José Cereijo

amores cotidianos (224): Dos haikus de José Cereijo

la infancia (56): huérfanos. Dos poemas de Javier Solé

PAPÁ NO VENDRÁ ESTA NOCHE 

La niña de once años
llora con desconsuelo
al saber que su padre
no vendrá hoy a darle
las buenas noches
ni atraparán juntos
luciérnagas con las manos.

Ni hoy.
Ni mañana.

A los muertos les falta formalidad y les sobra tiempo.

Fotografía de Berta Vicente Salas

QUE NO ME TRAIGAN MIRRA

Un niño de mi clase
asegura los Reyes de Oriente
no existen.
Que es un invento burdo
del capitalismo,
que los padres pagan los juguetes
y envuelven a escondidas los regalos.
Si el niño sabelotodo de mi clase
dice la verdad
yo le pido a mi padre
que no me deje sin madre.
Y a mi madre,
a mi madre,
un beso.

Ilustración: Cezanne, “La mujer estrangulada” (1870)